Otra de las ultraclásicas y en la que muy raro es el día en que no hay varias cordadas. Magnífico itinerario que recorre un pilar bastante marcado pero en el muro superior se decanta por los diedros de la derecha. Esto hace que permanezca mucho mas a la sombra que sus vecinas. Abajo comenzamos por las típicas placas de agujeros, pronto y aún no toca el sol. Después los diedros nos resguardan del calor.
El L6 es la clave de la ascensión, muy bonito y estético pero con un paso bien desconcertante. A la salida del tramo difícil y obligado, incluso expuesto, porque si caes te empotras contra la cara izquierda del diedro, el seguro te queda por debajo, difícil de chapar. Lo que no entiendo es como no lo han rectificado y subido un metro y medio mas arriba. De esta forma queda en la línea lógica de ascensión. Mas cuando algún seguro de mas arriba, se reconoce como reemplazado.
El resultado final es que la mayoría de escaladores hace las trampas que puede para salir indemnes y rápidos de este pequeño trance.
El resto buenísimo y sin grandes problemas.
Para los rápeles, como indico en la reseña, si vamos con dos cuerdas, rapelar rectos por el muro bajo R7. Por la vía existe un alto riesgo de enganche de cuerdas, como le pasó a una cordada próxima y a quienes les solté el empotre en una fisura.
Con Almudena y Pere.
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