Esta pared queda muy en el límite de ir en un día, aunque de tanto en tanto hago la kilometrada.
El sector de las antenas ya lo tenía bien mirado pero no se habían dado las circunstancias. Entre que las vías pintan como muy fáciles y que según lo que leas las ponen cutres o muy cutres, ahí quedaba.
Nunca te fíes de lo que leas, compruébalo por ti mismo si tu corazón te invita a ir.
Y así fue una vez mas. La vía me pareció muy buena, con roca adherente y de calidad todo el rato. Algún trozo con matojos y muchas feixas en las reuniones de la zona inferior, nada nuevo.
La gente no se que piensa cunado dice “esta vía es un rostoll”, porque ya les mandaría yo a cosas mil veces mas malas que esta. Insisto, no me ha parecido nada mala.
La liamos nada mas empezar y no encontramos ningún camino en ninguna parte, ni una mala fita, nada de nada. Así que toca improvisar. Menos mal que está bastante despejado por lo que tampoco resulta muy dramático.
La vía busca en todo momento el terreno mas escalable y limpio, colocando algunas chapas de tanto en tanto, aquí los aperturistas se lo trabajaron bien.
En todo caso, os guste la vía o no, solo por el lugar ya merece la pena.
También encontraremos un montón de clavos caseros, rematados por un maillón bastante pequeño que, en bastantes ocasiones, por como esta colocado en la pared hace un efecto palanca nada deseable. Aquí ya no se lo curraron tan bien y son seguros….(que cada cual le ponga el adjetivo) pero yo diría: peligrosos. Menos mal que en la mayoría de ocasiones se pueden reforzar con el material que llevamos nosotros mismos.
Llegada a las antenas y terreno nevado. Descenso mas largo pero muy relajado y tranquilo por la pista, en 1,30 h. Eso si, casi todo el rato llena de nieve y hielo que te hace andar como Chiquito.
Muy bien acompañado de Pam Pim Pum.
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