Inmejorablemente
acompañado por Victoria y Carmen vamos a medio día hacia la pared. Toda la
parte inferior queda en sombra, arriba ya no, pero confío en que el vientecillo
o alguna nube piadosa mitigue el fuerte calor.
Muy buena vía
variada en la que encontraremos de todo: diedros, chimeneas, placas, desplome
de artificial y muro final. Roca de calidad y un itinerario lógico y divertido.
Es bien extraño que algo tan obvio no estuviera abierto de hace un montón de
años.
Por la noche se
me complica un poquito el tema y quedo fuera de combate durante un mes, entre
una cosa y la otra.
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