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Tras largas
horas de deliberación, nos dirigimos Alberto, Kike, Lorenzo y yo hacia el Tozal
de Levante con la intención de escalar Rockabilly, vía reciente y con muy buena
fama.
Comienza Kike y
se entretiene en el primer largo. Como vemos que esto de ir dos cordadas a la
misma vía puede ser un poco desesperante, Lorenzo y yo nos mudamos a la vecina
Danza Invisible que transcurre totalmente paralela. Por si las moscas he
copiado también la reseña como posible plan B. Mejor.
La vía recorre de
forma directa esta parte del Tozal, atravesando dos barreras de desplomes
mediante el uso de la escalada artificial, el resto de la vía es muy vertical y
la roca excelente en todo momento. Además está totalmente equipada, salvo una
fisura de artifo arriba y algunos pasos de gancho en el largo anterior.
La pinta es de
ser bastante rápida, y lo es, pero nosotros no. Así que aún estamos más rato
del esperado. La vía la disfrutamos y nos parece muy buena, además aprovechamos
para sacar fotos a la cordada de al lado.
Lo único que he flipado
muy mucho es con la graduaci
ón. No se si será el día, o la humedad o la pastilla,
o el tabaco o el perro del vecino pero discrepo muy mucho de los grados
propuestos. En fin, que cada cual le ponga lo que quiera, pero en todos estos
días y las 4 vías escaladas por los alrededores, sólo esta me ha parecido un
poco ida de olla.
Ala, ya lo he
dicho.
Llegamos arriba
con tiempo suficiente para llegar abajo con luz, sin encantarse, ducharnos y
ponernos guapos para asistir a la cena de gala de los Caracoles.
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