martes, 14 de octubre de 2025

PARED DEL RINCÓN - CAMÍ DE TENEBRES



 

Nos levantamos a las 7 de la mañana en el Pantano de Yesa, miro los guasaps y, mierda, Mikel me dice que nuestro objetivo está aún bajo restricciones. Había leído que acababan en Julio pero al parecer no, es hasta el 15 de Septiembre y aún no hemos llegado.

AAAhhh, después de todo el viaje.

Hay que improvisar algo. Tras pensar e ir eliminando cosas vamos a Ansó a hacer esa vía que me falta para complementar la trilogía de la pared.

Leemos en internet y no la pintan muy bien, pero no será para tanto.

Vaya si lo era.

Entre que yo no estoy muy fino, que aquello nos ha parecido bastante recio en cuanto a graduaciones (le podemos subir un plus a casi todo), la mala roca, los numerosos tramos de hierba casi vertical y la elevada exposición en algún punto; creemos que queda relegada a la categoría de coleccionistas empedernidos.

Eso si, sigue la línea mas clara y estética de la pared pero, lamentablemente, la belleza no es su fuerte. Nos a parecido muy cutre prácticamente de principio a fin. Eso si, sales a caldo para solo tener 5 largos.

Las mochilas no ayudan en absoluto en alguna de las chimeneas, mejor dejarlas abajo.

He acabado bastante frustrado, entre el dolor de pie, que esta vez me ha dolido hasta escalando, algo que ya no me pasaba y lo que me ha costado subir por allí la moral un poco por los suelos.

Bajamos bastante bien por los rapeles de la vecina Anacoreta, que yo ya conocía, aunque no me acordaba de nada.

Después directos a la carretera por la canal junto a GUTZ, que ya me deja para el arrastre.

Con Aloe.


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