A partir de ahora ya dan un acusado descenso de las temperaturas, el viento y las nubes serán una constante, por lo que parece mucho mas recomendable volver al sol.
Cambiamos de pared y de valle, a ver que tal.
En esta pared elegimos una bonita vía con máximo 6a+, la graduación me parece bastante correcta y la escalada divertida y muy rápida.
Aunque en la guía indican el descenso caminando, nos fijamos a la derecha y vemos la posibilidad de hacerlo a pie. Así lo hacemos y gracias a habernos fijado bien durante el ascenso, y a una elevada dosis de suerte, llegamos justo al inicio del itinerario.
Otras dos cordadas también descienden caminando pero no sabemos por donde puesto que no volvemos a verles.
Hoy acabamos pronto y lo dedicamos a hacer un poco el perro y relajar los antebrazos.
El tiempo se echa encima y tenemos que ir pensando en elegir dónde abriremos nuestra vía. Así que hoy hemos visto un objetivo apetecible justo a la izquierda de esta, será nuestro proyecto durante los próximos días.
Por la noche quedamos con dos miembros de la asociación Manikia Pojekt. Nos cuentan su idea de lo que quieren hacer. Su idea es desarrollar la zona para todos los deportes de montaña que sean posibles pero manteniendo el punto salvaje y sin masificaciones, que tiene en la actualidad.
Ya les decimos que bajen de la parra porque posiblemente, dentro de unos años, esto esté tan repleto de gente como Kalimnos o Leonidio. En todo caso, habrá que ver como evoluciona, pero yo lo veo bastante claro.
Nuestra vía, siguiendo la tónica del lugar, quedará totalmente equipada, aunque la abriremos desde abajo.
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