Esta es la tercera vía que abrimos en el pequeño circo pleno de fisuras, chimeneas y matojos, situado inmediatamente a la derecha del Voltor Feroç.
Esta vez seguimos otro rectilíneo sistema de fisuras anchas y chimeneas estrechas que nos conducen directamente a la feixa superior. Poco a poco han ido saliendo bellos tramos con roca de muy buena calidad y esta vez hemos limpiado (sobre todo Sidi) de lo lindo. Supongo que los repetidores lo notarán, pero han bajado para abajo montones y montones de tierra, así como muchísimos kilos de piedra suelta.
Sobre la role del gran árbol me subí en unos grandes bloques pegados a la pared y con pinta sospechosa. Poco a poco, voy depositando mi peso sobre ellos, aguantan. Como no oso colocar aquí un seguro y la parte superior esta demasiado suelta, coloco una chapa y salgo sin tocarlos más.
Sidi se encarga de nuevo del trabajo sucio y no queda ni uno, arrasando toda la parte inferior de la canal. La chapa queda ahora demasiado alta y coloca un cordino para subsanar el problema. Le sigue una reunión perfecta en una especie de gran cueva y la última chimenea estrecha. Esta vez rematada por un gran techo que, desde la reu, intimida bastante. Una vez en el descubrimos buenos agarres y la mejor roca de toda la vía.
Sidi no nos deja de ninguna manera hacer una salida fácil, rápida y evidente y, tras elegir una de las tres placas opcionales, se lanza a por el último largo.
Resulta una tirada genial, poco lógica pero de una escalada entusiasmante, bonita, difícil y obligada a pesar de haber colocado 4 chapas.
Lástima que sea, con diferencia el largo más difícil de la vía. 6b obligado, frente al V+ que hay hasta aquí. De todas formas se puede salir por las vías de la derecha, homogeneizando la dificultad, al precio de rematar con un largo menos bueno.
No se puede tener todo.
Realizada con Victor Olaya y Sidarta.
Creemos que merece repetirse. Y como el resto de vías de esta pared, no dejarse engañar por el aspecto inicial. Luego no es tan malo como parece…
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