lunes, 18 de noviembre de 2013

PICO DE ASPE - ANAYA

Gracias al túnel, cambiamos de vertiente en un abrir y cerrar de ojos. Un birrazo en Canfranc y a pensarse lo del Aspe. Hablo con Mikel, uno de los autores de la primera y me saca de mi error. La aproximación normalmente se realiza desde Aisa. Bueno, lo busco en el mapa porque ni idea de donde anda y está cerquilla. Cambiamos de valle, hoy tenemos tiempo. Justo llegar a Aisa se enciende la luz de la temperatura, paro, bajo y contemplo como un tonto salir todo el agua del radiador y depósito. Marroneti al canto. Esto ya está roto, así que nos subimos para arriba en el coche de Juan Luis y mañana será otro día. Madrugaremos, haremos la vía y luego ya miramos de ver que pasa con el coche. Vivaquillo y pronto despertar. Subimos los mil-y-algo metros de desnivel que nos separan de la base de la pared. Aproximación larga (como casi siempre) pero muy bonita; Los colores y el tipo de roca recuerdan a Ordesa. Llegados a la base, Jeanlú saca un garrafón e Monster y le doy un trago. Nos ponemos como motos y hacemos la vía a toda velocidad (es lo que tienen estas sustancias). La vía resulta buenísima, con una primera mitad de roca caliza y plaquera con alguna fisurilla. Desde la repisa central hasta arriba, la roca cambia a arenisca y nos ofrece todo un sistema de diedros y fisuras dónde colocar todos los dispositivos que llevemos encima. Buenísima y super VVB. Se acercan unas nubecillas-neblinosas t miramos de acelerar en el descenso, sobre todo porque no lo conocemos y desde arriba se intuye un largo tramo de lapiaz-laberítico-perdedor. Así es, pero la nubecilla no llega a llegar, mejor. Bajada pues sumamente entretenida y bonita, jornada redonda. Otra cosa será el coche. Se lo lleva la grúa a Jaca, Jeanlu marcha hoy a Madrid y a mi me lleva el taxi del seguro hasta casa. Al final se lo quedan una semana y aprovecho otro viaje a Cap de Long con Jorge (quién se ofrece muy gentilmente), para recogerlo.

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