Viene Alberto y le proponemos este itinerario con punta de gran viote y lo es.
Vemos que está abierta por los mismos de la que escalamos el primer día, ya temblamos por el grado.
Luego veremos que no había problemas pero de tanto en tanto si que te encontrabas algún aleje de templar algo la mente y no mirar para abajo.
Sigue un recorrido bastante evidente y clásico. Primero por una gran placa, en línea recta y después trazando una gran diagonal hacia la derecha y durante varios largos, para evitar una gran zona desplomada. Muy buena y con ambiente pero en la que podemos tener problemas en caso de abandono. Al menos hasta llegar a la vía que la cruza, bastante arriba ya.
Como era previsible, de escalada atlética y que te deja bien de brazos.
Descenso espectacular por la izquierda y con unos rapeles volados.