Tras la anterior
estancia en Sinsat, siento que me dejo demasiadas cuentas pendientes, así que
quedo con Remi para hacer dos de las vías más clásicas de estas paredes, de una
dificultad bastante razonable.
Comenzamos por
la más larguita: La Cheminée Rouge. Atención, el nombre puede llevar a engaños
puesto que no hay ninguna chimenea, bueno si, una de dos metros pero ni la
tocas. Imagino que se lo pusieron por el aspecto desde lejos, aunque la
realidad es bien distinta.
Contrariamente a
lo que suelo hacer, eche antes un vistazo por internet a algunas repeticiones.
Había tantas opiniones como repetidores, total que me quedé igual.
El resultado
final creo que fue muy satisfactorio para ambos. La vía es de una lógica aplastante
y transcurre entre muros y desplomes gigantescos, buscando el mejor camino.
Ambiente grandioso y roca variable, tirando a buena. Una clásica con todas las
de la ley, con un recorrido tan evidente que sólo te has de dejar llevar por la
roca.
A través de los
tiempo ha tenido varios reequipamientos, al parecer 3. El último ya la ha
dejado toda cosida de paraboles a la usanza de por aquí. Personalmente aunque
la quieran equipar, hubiera dejado espacio para la colocación de más friends,
que entran bien en unos cuantos lugares. Pero yo no lo he hecho, así que.
Aún así, a veces
hay distancias considerables, sobre todo en lo fácil, por lo que el uso de un
pequeño juego de artilugios se hace más que recomendable, a pesar de lo que
digan las reseñas que circulan por ahí.
La bajada es
larga pero bastante cómoda, no siendo igual para la aproximación que, en
ocasiones, te obliga a afinar bien el olfato.
VVB
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