Edu se marcha y
yo me quedo. Al día siguiente he quedado con Dani apra ir al Pic Oriental de la
Font Negra por su espolón Noroeste.
Como un clavo,
allí estaba antes de la hora.
Tras casi dos
horas de aproximación llegamos a la base del espolón.
Finales de Septiembre
y un pico a 2800 m a la sombra, el frío se hace notar.
Los que no se notan
son los dedos de las manos y los pies; el cuerpo aún se mantiene gracias al
mogollón de ropa que llevamos puesta.
El espolón tiene
4 largos de 6a bien difíciles, algunos podría ser algo más, y otros tantos más
fáciles. Al final son más de 400 metros de vía.
La escalada es
muy vertical y atlética, combinando placas y fisuras, casi siempre por el mismo
filo del espolón. La roca es de buena calidad salvo un largo donde hay que
extremar las precauciones. Lástima de la gran cantidad de liquen existente y
que te hace desconfiar de los pies y hacer más fuerza de la habitual. En caso
de repetirse más a menudo se limpiar ía y podría
convertirse en una gran clásica.
El equipamiento
es bastante escaso, a base de clavos y ninguna chapa. Únicamente encontraremos
bastantes pitones en el último resalte difícil (menos mal) y que solventan el
aseguramiento en un muro vertical e impresionante. Aproximación y descensos un
poco largos pero cómodos. Vía recomendables para buscadores incansables de
pequeñas joyas en el Pirineo.
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