sábado, 5 de noviembre de 2016

PIC DE L'ESTAGNOL - LES PANDORES





 
Quedo con Edu para ir al Pic Barbet (junto al Canigó) y pasarnos un par de días por la zona. Al final creemos que es mejor para cuadrar horarios hacer algo por Porte y luego irnos hacia Cortalets.
Dormimos en un aparcamiento de las pistas de esquí y nos levantamos prontito para poder ir holgadamente luego hacia el Canigó.
Intento arrancar el coche y no hay manera, nada de nada. Vaya.
Tras darle vueltas a la situación y analizar todos los pros y los contras, decidimos irnos a escalar y cuando bajemos ya veremos, al menos habremos hecho algo, porque cabría la posibilidad de volver a casa sin hacer nada de nada.
La idea es bajar pronto y la aproximación se puede hacer también desde el punto en el que nos encontramos. Subimos hasta la base de la pared del Pic de l’Estagnol en más o menos una hora.
Localizamos el inicio y la niebla nos envuelve, menos mal que antes de que llegara hemos encontrado el pie de vía.
Al parecer ayer llovió y la roca tiene un punto de humedad, sólo un punto. Lo que pasa es que el musgo está muuuy mojado y hay mucho musgo. Por lo tanto la confianza es cero patatero.
Subo el primer largo muy poco a poco y asegurando cada paso. Menos mal que en una placa fácil pero lisa y con musgo, encontramos unos clavos de seguro.
Edu de segundo patina y cae.
El siguiente largo es fácil pero está
igualmente mojado, tranki tranki.
Yo de segundo caigo.
Luego está un poco mejor, aunque no del todo. Finalmente despeja la niebla y nos deja ver los alrededores.
La vía está bien, incluso VVB. Por completar el lugar. Los 3 largos de 6a son muy buenos, la lástima es que los otros la dificultad decrece exageradamente y quedan poco compensados. Aún así es una interesante actividad de medio día. Para nosotros ese día resultó ideal.
Ahora tememos el marrón del coche.
Empujamos un rato hasta coger la larga bajada dónde esperamos arranque sin problemas. Arranca. En Puigcerdá y tras probar suerte en dos talleres, que están muy ocupados (que bien para ellos) damos con un tercero dónde cambian el clausor y solucionan el problema.
Nos largamos para el Canigó con el Land Rover que ha traído Edu. Llegamos tarde y decidimos dormir al principio de la pista, con la tienda. Menos mal porque al final llueve un rato esa noche.

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