

Llegamos a pie de vía y el panorama no es muy alentador, parece que no sabes si es guai o no es guai. Pero cuando te pones sorprende una buena escalada durante todo el recorrido. Mucho mejor de lo que aparentaba, practicamente todo en diedro. A parte de los arreglos, limpiamos bastante tierra y matorral y piedra suelta, aunque algo queda.
Este sector de la pared es ideal para el invierno, gracias a que los itinerarios son más cortos, aunque conservan el ambiente de pared, y orientados al sur.
La aproximación la realizamos por el camino clásico, que pasa bajo todas las vías. A partir de la vía del Coro, está mucho menos marcado y hay que prestar mucha atención a seguir las fitas correctamente. Una buena subida que nos lleva una buena hora. De bajada lo hacemos en línea recta, desde la aguja del Boniato, hasta el PR. Bastante cómodo y rápido.
Al día siguiente busco la cámara, para sacar las fotos que hicimos, y no aparece. Una terrible sospecha se apodera de mi coco. No puede ser verdad, no puedo ser tan tonto. Po zi. Tras agotar todas las posibilidades de búsqueda y por eliminación, la cámara debe estar o en el aparcamiento o al pie de vía. Opciones; a ver si va alguien a hacer la vía (desestimada), el sábado o domingo engaño a alguien y vamos a escalar alguna ruta vecina (la meteo es mala para toda la semana). No hay más tu tía, como y 1 hora de coche. No está en el aparcamiento, 1 hora de pateo. Bingo, por lo menos el desplazamiento ha merecido la pena.
Ya que he venido sólo y para aprovechar el viaje, hago un par de dibujos, tomo alguna foto, investigo alguna posible apertura y, sobre todo, marco con un montón de fitas el itinerario directo de bajada. De hecho para subir también lo he hecho por aquí y estoy convencidísimo que arreglándose un poco y marcándolo bien, sería la mejor y más cómoda aproximación a este lado de la pared.
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