El Estany de
Serull se encuentra perdido en la vertiente Este de los famosos Encantats. Un
valle solitario e infrecuentado.
A la izquierda
del lago tenemos la altiva Agulla de Boteró con verticales paredes de granito.
Por el momento cuenta sólo con tres itinerarios que la recorren, escogimos el
más popular, que también es el más difícil. Está bastante equipado con clavos.
La vía se inicia
con un largo impresionante y muy vertical, formado por una línea de pequeñas
fisuras rojas y semiequipadas con clavos. Una tirada fácil nos deja en la base
del siguiente resalte, de nuevo vertical.
Un largo muy
difícil y obstruido por unos
matojos muy
ingratos que dificultan la escalada en libre, nos deja en otra reunión colgada
y equipada con un gran bloque.
En la role de
abajo ya oíamos el zumbido y algunas abejas nos visitaban, pasando de largo. En
esta reunión el zumbido es aún mayor y hay más abejas que, curiosas, nos pasan
rozando.
Miramos la
reseña y el siguiente largo, de unos 15 metros debería dejarnos junto al gran
techo y los diedros superiores. El zumbido aumenta y ya vemos el percal: justo
en la reunión hay un gran enjambre de abejas y varias decenas de ellas entran y
salen del diedro. Otras veces he encontrado enjambres pero siempre a alturas
más bajas, no a más de 2.500 metros ¿¿¿??? Pues si, ahí están todas ellas.
Está bastante
claro nuestro destino, hacia abajo.
Una pena.
Aparte de lo de
las abejas, mi impresión es que la vía podría ser una pequeña maravilla y una
de las joyas del Pirineo en caso de que alguien se tomase la molestia de
limpiar bien las fisuras y regletas. Muchos pasos de empotre acompañados de un
gran ambiente y verticalidad. Actualmente es bastante churro para hacer en
libre, aunque sigue siendo una buena vía de artificial, como le marca la reseña
original.
Y con esta damos
por finalizada nuestra pequeña estancia en altura, otras obligaciones nos
reclaman en el mundo de la normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario