Volvemos a
seguir una estrellita, esta vez nos deslizamos por un largo camino, muy bueno y
que salva el desnivel poco a poco pero durante 1,45 h por el bonito valle de
Tavignano.
Este pasa justo
debajo de la esbelta aguja que pretendemos escalar, aunque esta no destaca
mucho ya que se encuentra muy cerca de la montaña principal y queda menos
vistosa de lo que debería.
Nuestra vía transcurre
por la cada contraria al camino y se inicia dentro de una fría canal. Tras un
largo vertical y fresquito, frío,
helado, llegamos bajo el primer gran diedro y primera joya del día.
40 m en bavaresa
que se pone cada vez más vertical, canto puro. El V+ más bonito del mundo,
según la guía.
Le sigue un muro
desplomado y naranja con presa excelente, 6b en continuidad pura, una delicia.
Resaltes varios
y nos colocamos bajo el largo estrella: otro diedro perfecto en bavaresa con
fisuras perfectas, una delicia, una gozada, una maravilla.
Dos largos más
normales nos dejan en la cima.
La vía está cosida
a paraboles, es en la que estaban más cerca de todas las que hemos hecho.
Aunque en la gu
ía decía de llevar algún friend, no hemos puesto nada,
ni tan siquiera sentido la necesidad de ponerlos. O sea, que no calen.
Los consabidos
rápeles y vuelta al pueblo. Tranquilamente se podrían hacer dos en la jornada,
pero ese día volvemos hacia Bavella y tampoco nos apetece hacerlo a las tantas
de la noche.
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