Por azahares del
destino el día después de la cena no tengo coche, quedo con Mija que ha
aparecido por ahí tras unos días de vacaciones más al sur, pero tampoco tiene
coche.
Estamos vendidos
a quien nos quiera llevar. Hay dos ofertas: tochos en Gandía o escalar en el
Peñón. Escogemos Peñón, además yo subo luego con Kike y Alberto (quienes vana a
Costa Blanca) hasta Castellón.
A ver que hay
que no hallamos hecho los dos: esta pequeña Sensación de Vivir, rapelamos y
seguimos por Los Miserables, que Lorenzo nos la ha recomendado como muy buena.
Mija ya la tiene hecha pero tampoco le importa repetirla.
Manos a la obra,
subimos rápidamente por la pista de patinaje de la Valencianos hasta el inicio
de la vía.
Con las prisas y
una mala visión de la jugada, nos equivocamos y entramos por una línea situada
un poco más a la dere (Pilar Lópezde Sancho). Llegados a la R vemos nuestro
error y rectificamos.
Ya en la línea
correcta esta me parece difícil y con los seguros lejos, Mija sube corriendo y
ni le cuesta.
Al parecer esta
vía no ha triunfado mucho y no se debe escalar casi nada, prueba de ello es la
gran cantidad de hierba que ha ido creciendo por todas las fisurillas de la
gran placa. Como ventaja, la roca conserva toda la adherencia de su juventud, un
lujo hoy en día en el Peñón.
Si ser ninguna
maravilla está bien, a las 12 ya hemos acabado y comenzamos los rápeles en
busca del inicio de nuestro siguiente objetivo.
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