Hace bastantes
años, con Boro Baber, escalamos esta vía que entonces estaba recién abierta.
No esperábamos
gran cosa. Al menos yo que no la situaba muy bien en la pared y no tenía ni
idea de lo que iba a encontrarme, porque aún había escalado poco en el Peñón.
La verdad es que
nos sorprendió por ambiente, audacia en el recorrido y belleza en todos sus
pasos del primero al último.
Por lo tanto
guardo un recuerdo como de las mejores del Peñón.
El otro día,
desde el Pilar, aproveché para tirarles unas fotos a los compañeros Alberto y
Kike mientras escalaban dicho itinerario.
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