También llamada
en algunas publicaciones la Supercrack of Run, por algo será.
Un gran muro vertical
es rallado en su totalidad por varias fisuras, todas ya abierta. Esta es la que
goza de mayor popularidad, por su dificultad homogénea y por tener las
reuniones equipadas para rapelar. El asunto es que es la que todos repiten en
Barrah si o si. Por lo tanto tenemos números de encontrar alguna otra cordada
en la misma vía.
Nosotros llevamos
delante un grupo de tres Fanceses, pero vamos tranquilamente y nos tomamos
nuestro tiempo para empezar, de manera que no coincidimos en ningún momento,
salvo cuando rapelan.
La magnífica
fisura es increíble y, como muchas veces sucede aquí, desde la reunión se ve
mucho más difícil de lo que es en realidad. Con tramos muy verticales, incluso
desplomados. Menos mal que unas buenas orejas salvadoras y situadas
estratégicamente a ambos lados de la fisuras, nos alegran el día.
Completamos el
itinerario original hasta la cubeta con el gran árbol. Aquí, recientemente
Arnaud Petit le añadió dos largos suplementarios que nos depositan en unas
grandes repisas. En realidad no es cima ni nada, la montaña continúa para arriba
metros y metros, pero al parecer no está abierto ¿¿¿???
Un par de
tiradas de 6a+, prácticamente equipados con peg-bolts y puentes de roca
taladrados nos ofrecen una escalada totalmente diferente a la zona inferior.
Por placas y formas, sin duda un buen final muy recomendable.
Iniciamos los
largos rápeles que nos depositarán en la comodidad del fondo del barranco.
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