sábado, 1 de octubre de 2011

ESPELUNGA - URDABURU



Desde el día en que publicaron esta reseña en Desnivel, me sedujo la idea de escalarla, cuando ví en directo el paño de pared por el que transcurría, ya era cuestión de vida o muerte la necesidad de subir por ahí. Viote del 15, con un itinerario aéreo y atrevido, por el pilar más espectacular del Valle de Ansó. Lástima que en el primer viaje entrábamos dentro de la época restrictiva por los pajarracos y cambiamos hacia proyectos más tranquilos.
Esta vez no había escusa, una reciente visita al valle y asegurándose el tanto, sería la primera que escalaríamos. Buenísima y ultrarecomendable, con opción de libre u artificial no muy difícil, aunque con algún paso trararí para darle el puntillo de emotions. Algún ganchito en el largo del flanqueo del techo, alguna fisura trompetera en el perfectamente vertical, largo 8; aquí pasé el miedico justo gracias a los Totem cams que quedan perfectos en este tipo de terreno (y no es Publi). Un poco más arriba a disfrutar como enanos en los dos magníficos largos de salida. Total, una verdadera perla que no  deberíais dejar escapar. El único inconveniente era la entrada, un poco matojera, fácil y así así, pero ahora Picazo y compañeros han abierto la reciente Los Duendes del Valle; aprovechando los tres primeros largos le entramos directos a la vía y todo sobre roca, bien. Se convertirá en la entrada clásica desde ya mismo.
Toño nos recomendó encarecidamente que bajásemos por los rápeles, pero aquello que una vez fuera de la pared te da como pereza volverte a meter en la boca del lobo y decidimos bajar andando, total por 1,30 h. de bajada, no será tan terrible. Y no debe serlo, si lo coges bien. Tardamos 4 interminables horas, liados y bien liados. No está nada marcada, al principio subes bastante y después no queda nada claro dónde abandonas tu curva de nivel y comienzas el descenso (bueno, ahora si). Bajada en rápel, por lo tanto, recomendable. Otra opción, nada desdeñable, parece ser el barranco que equipó Picazo, pero lo probaremos en la próxima ocasión.







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