Oriol me
pregunta por la vía más fácil de Peña Montañesa. Sin duda, y en ésta época de
año la Clásica de Invierno, que además me apetecía repetir.
Le digo y me
apunto con ellos, el va a escalar con Xavi Fernández por lo que haremos cordada
de tres.
Me atraganto un
poco bastante en la bavaresa del L3, y mira que recuerdo abrirla a vista y
tranquilamente, pues pillo en frío (excusa barata).
El resto de la vía transcurre sin muchos sobresaltos y vamos navegando
siguiendo los cordinos carcomidos y las pocas chapas que adornan las placas.
En la bajada,
Javi nos deleita con una sublime voltereta en el aire y aterrizaje sobre el dedo.
Magistral aunque un poco dolorosa.
La salida me
sirve para visionar algunos futuros e interesantes proyectos en este tramo de
pared. Menos mal que los aperturistas, de momento, sólo se fijan en las líneas
difíciles.
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