El terminar la vía un día antes de la cuenta nos brinda una jornada de regalo. Barajamos algunas posibilidades y elegimos una en Llauset.
Vía fácil, lugar bonito y aproximación medio-corta y cómoda.
Hace un tiempo José del Val me pasó la reseña de una vía que había abierto frente al Vallibierna, un diedro de arriba abajo, decía y perjuraba que la roca era de muy buena calidad. De lejos no me lo parecía, pero hicimos un acto de fe.
Sobre foto creía identificar el diedro en la roca calcárea situada más a la derecha de cuantas existen en la sierra, de hecho hay tres grandes diedros, aún así había ciertas dudas y no lo teníamos claro del todo. Subimos sin una idea fija de lo que acabaríamos haciendo.
Total, que para variar, nos aventuramos a abrir una vía por la parte derecha del diedro. Llegamos a la R3 y tenemos ante nosotros una cresta separada un montón de metros de la pared final por una canal gigantesca. Definitivamente esto ya no cuadra en absoluto con la reseña de la vía de José.
Elegimos la opción menos rebuscada y que resulta ser mucho más fácil de lo esperado, atravesar el diedro y salir por el espolón que lo delimita por la izquierda. En conjunto otro callet, y van 4.
Aunque un poquitín más guapa que las anteriores, pero vaya tampoco es para tirar cohetes.
Eso si el ambiente es absolutamente magnífico, vistas espectaculares en un entorno precioso y una visión perfecta de toda la cara sur del Vallibierna. Tanto la aproximación como la bajada resultan especialmente cómodas para lo que son esas cosas.
Puede ir bien para rellenar una mañana de verano sin muchas pretensiones.
Llamo a José y aclaro el entuerto, aunque no termino de asegurarme al 100% por dónde va su vía, volveremos a intentarlo.
Me dice también que un día ellos subieron por el diedro de esta pared, pero que era tan así que no hicieron ni reseña.
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