Escalando desde la Peña Agujereada tenemos justo enfrente La Peña Solano, entre otras muchas. Es difícil no quedarse atónito con la multitud de posibilidades que se ven por todas partes. De entre lo más evidente está esta arista que se recorta perfectamente en el cielo desde el aparcamiento. Desde allí se ve tremendamente vertical pero es un efecto óptico. En realidad no hay una sola arista, sino tres paralelas y se superponen, por lo que vemos la más vertical de todas, la última. Estaba claro que había que echarle un vistazo, además la aproximación es en bajada.
La comenzamos el pasado otoño. Uno de aquellos días de meteo extraña y partes contradictorios pero tirando a buenos.
Subimos hasta allí arriba, abrimos el primer largo y comenzó a llover. Vaya, esperamos un poco en la role, no para. Decidimos bajar hacia la derecha puesto que parece que les posible hacerlo a pie desde aquí.
Efectivamente. Llegamos al coche y sale un sol radiante. Copón. Dedicamos el resto del día a dar una vuelta por las pistas y hacer fotos de todas las paredes de la zona, que son unas cuantas.
Ha sido solo un largo pero bastante intenso, con su roca increíblemente buena, con sus lajas medio sueltas que dan bastante yuyu y con su par de tramitos expo para darle cierta emoción al asunto.
Hasta finales de este verano no podemos volver a ir. Como parece que habrá trabajo marchaos para dos días. El primer intento nos levantamos a las 5 de la mañana, desayunamos, bajamos al coche y …llueve. A dormir otra vez, ese día ya no haremos nada.
Al cabo de 4 días volvemos a quedar.
Hemos mirado fotos desde varios ángulos. En unas se ve fácil, en otras se ven tramos muy tiesos, pero en todas se dibuja una perfecta arista que nos marcará el camino a seguir.
Alcanzamos de nuevo a pie la R1, todo está en su lugar: las chapas, los clavos y los cordinos que quedaron tirados en el suelo, allí siguen.
Poco a poco se van sucediendo los largos y cuando llegamos al último escape que teníamos controlado vemos que son las 2,20 y que lo que nos queda se ve tumbado y rápido. Así que terminamos la vía. Arriba había algún interrogante y se resuelve en forma de cresta separada de una gran placa por una canal insondable, o sea que travesía a la izquierda y fin de la pared un poco antes de la cuenta.
La vía es muy lógica y evidente, el itinerario estético y siguiendo una arista con 6 resaltes, como bien indica su nombre.
La roca es excelente, buenísima, muy adherente y con formas y rocas incrustadas, peroooo, está toda suelta, apilada en bloques por todas partes. O sea que, lamentablemente quedará relegada a la triste categoría de coleccionistas. Eso si, creo que depara una buena aventura a quién quiera ir a hacerla. No me motivó ni una sola foto.
Y ya son 3 de 3. Tres vías abiertas este verano, 3 cardos borriqueros para el curriculum ese.
Por lo menos tenemos la pequeña satisfacción personal de haber abierto la primera vía de escalada (conocida o divulgada) a la Peña Solano. Una tontería como otra cualquiera.
A la derecha existen buenas posibilidades para abrir vías difíciles, sobre buena roca, con poca aproximación; ya tardáis.
Con Remi.
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