miércoles, 2 de septiembre de 2015

EL PELADET - ESCURÇÓ

Pleno Agosto. Dan lluvia en el Piri y que se aguanta en el Montsec, aunque nublado. Con Nacho y Sidi quedamos para una pequeña incursión a Montrebei, dónde hay demasiadas cuentas pendientes. A última hora cambian la previsión y coinciden todos los canales en lluvia al medio día, hasta los más optimistas. Cambio de valle y ponemos rumbo a Terradets. Enfilamos el tremendo cuestón del Peladet en dirección a la vía de l’Escurçó, recientemente reequipada. Esta me había llamado la atención desde su apertura y me hacía cierto tilín. Su reequipamiento ejercía una llamada tipo moscas a la miel. La verdad es que a mi me gustó bastante, no tanto a mis compas, pero esto es así. Dos largos iniciales de roca intachable, típica del Peladet, uno cutre cutre y dos de aquella manera pero bien, salvo una tibada clave en bavaresa sobre una laja demasiado sospechosa (dónde además va el friend). Creo que es una buena vía dónde hay que escalar y no regalan nada. Equipada con clavos, no siempre buenos ni mucho menos y con su factorcillo psicológico, aunque humano. El artificial sale en libre fijo. Personalmente el largo que más me costó fue el primero, con diferencia. Será porque me tocó a mi, porque me cogí el paso por dónde no era, porque iba frío, porque soy pequeñajo y porque me daban miedo los clavitos medio clavados…. El caso es que todas las roles está con una instalación de 3 paraboles del 12 inox y con anillas de rápel. Pero llegas a la cima y res de res. Los del tiempo lo clavan y a medio día comienza a llover, primero tímidamente y después bastante más a saco. No vemos claro rapelar de aquí y bajamos en busca de la Desctellos. El terreno te lleva para el lado contrario y acabamos en la infernal bajada directa. La verdad es que lloviendo tampoco incita a meterse otra vez en la pared y rapelar. Primero matojos jabalinescos, después pedreras de rocas gordas infernales, cada tres pasos al suelo. Finalmente tres rápeles de árboles con caída de piedras, uno de matojillo para la rampa final y otro para llegar a la carreta. Total 2 horas under de rain, ahora ya sin compasión de gotas gordas, rayos, truenos y centellas. Llegamos al coche como recién salidos de la piscina. El vivac de la Forcanada todavía está demasiado fresco, es la última vía larga que hicimos, y ahora esto para rematar. Al final habrá que dedicarse sólo a la deportiva light, que ya no tenemos edad. Para las posibles bajadas, consultar la reseña.

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