Buscamos
erróneamente un sector deportivo dónde meter las ultimas chapas pero tras
liarnos por una pista que acababa en inundación, nos damos por vencidos y
decidimos investigar un wadi que veíamos desde nuestro lujoso vivac del campo
de futbol local.
A la segunda
damos con el aparcamiento adecuado. Aproximación corta y rápida.
A algunos no les
convence y se van a la playa.
Santi y Remi van
en busca de un enorme diedro muy evidente, hacen solo la parte mas interesante
del diedro y luego le dan a otro objetivo. Quedando un par de itinerarios de
dos largos muy interesantes.
Yo me fijo en un
sistema de placas y un diedro que conduce a la cima de las paredes. Como
aliciente principal tiene el atravesar por un prominente hueco causado por una
laja gigantesca, que podría recordar vagamente al Hueso de la Pedriza.
Joan y yo nos
dirigimos hacia el. Tiene pinta de dos largos fáciles de entrada y que después
la cosa se complica.
Tras esos dos
largos, la cosa no se complica. Amablemente nos colamos entre desplomes y tramos
rotos, pero con roca bastante aceptable.
Al final la vía
no está mal pero sale un poco demasiado fácil. Desde luego no lo parecía.
Descenso chollo
con solo dos rapeles y bajadas fáciles a la izquierda de la vía.
Volvemos a
dormir en el campo de fútbol, al día siguiente encontramos el sector deportivo
pero no convence.
Dos días
haciendo el perro y para casa.
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