miércoles, 18 de marzo de 2020

PARET DE CATALUNYA - PERSÉPOLIS








 
En Omán el único con quién no escalé era Santi, así que quedaba una pendiente. Le propuse ir a abrir una vía que tenía vista en Montrebei hacía bastantes años. Realmente era increíble que nadie la hubiera abierto aun, porque se trata de una fisura de arriba abajo.
La línea ideal comienza en Els Fils de Solius y se decanta rápidamente hacia la derecha por una placa con alguna fisurita, pero mas arriba se veía un canalobrio mas sucio y fácil. Así que elegimos el plan B, aprovechar un largo abierto anteriormente, todo en placa y equipado con chapas….y cierta alegría, todo hay que decirlo.
Nos tiramos mas de una hora esperando a que toque el sol. Los últimos días ha hecho una calor de verano, pero justo esos dos dan frío y viento. Cuando llega el primer rayo de sol, nosotros comenzamos.
Este largo resulta mas difícil de lo esperado, y el frío no ayuda.
Colocamos algún cordino para facilitar el chapaje y la ascensión en varios puntos. Aún así hay que escalar. Posiblemente sea el largo mas difícil de la vía y si vamos justo en el 6c, mejor llevarse un gancho y una pànic.
Continuamos por fisuras hasta la misma cima. El primero sube como puede porque la roca no es todo lo buena que quisiéramos, a trozos. El segundo es como si pasase un tornado y queda todo totalmente diferente después de los trabajos de limpieza.
Se colocan únicamente dos chapas de aseguramiento para proteger un tramo junto a tetris o castillos de naipes, si se cayeran no quiero imaginar el resultado para las cuerdas y el asegurador. Tras la limpieza correspondiente, realmente os parecerán una tontería que estén ahí. Y si no estuvieran nadie las echaría en falta. Cosas que pasan. Pero creo que queda mas feo ver un tornillo roto que una chapa. Ya que están, pues están. Son anecdóticas porque ni siquiera coinciden con lo difícil.
El segundo día el viento arrecia y la escalada se hace mucho mas dura en estas condiciones, pero al menos acabamos nuestro itinerario.
Han sido dos jornadas enriquecedoras, con el patio de Montrebeiano, que no probaba desde hacía ya algún tiempo.


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