La verdad es que en esta salida me
hubiese gustado sólo escalar itinerarios super-clá
sicos que tengo pendientes por la zona, pero
no pude cuadrar con los compañeros por que todos las han hecho un montón de
veces. Al menos esta si que era una de ellas.
Vuelvo a quedar con Xavi y no le importa
repetir esta joya del Puigcampana.
La vía transcurre por la parte derecha de
la pared y su inicio es muy evidente por seguir el primer diedro marcado de la
derecha.
La escalada es una verdadera delicia, con
roca más que excelente, adherente y llena de gotas de agua. La dificultad no es
muy alta por lo que te permite ir tranquilamente colocando tus seguros y
disfrutar de la escalada. En el quinto lago la cosa cambia y la pared se vuelve
mucho más vertical. Un primer tramo de 6a/+ ya te pone en tu sitio y te hace
aplicarte. Después tenemos tres opciones para continuar.
A.
Por la izquierda: es lo que
marca la guía, clarísimamente. También clarísimamente falta un clavo en medio
de una placa lisa y del que hay cuelga lo que en su día fue un cordino, hoy un
amasijo de hilillos que da cosa solo mirarlo. Casi desecho esta opción tras observarlo
bien un par de veces.
B.
Por el centro: hay un primer
tramo desplomado y que te escupe no dejando colocar el friend para salir a la
repisa.
C.
Por la derecha. En realidad
es lo más evidente y por dónde parece más fácil, pero no se porqué, desecho
esta opción.
Opto por la B
para luego pasar a la C. Me cuelgo del alien azul, el más enano de todos pero que
me ayuda a colocar el bueno de salida. Una vez colocado (aquí un clavo fijo
iría de maravilla) salgo por la fisurita desplomada (6b) hasta 2 pitones
cutres. Aquí pensaba inicialmente desviarme después a la izquierda para coger
la opción A, pero pasadas las dificultades y así retomar la vía original que
marca en la guía. Lo que pasa es que recto veo un clavo y además se ve muy factible.
Total que la
cosa sale rodada.
Salimos por
los últimos largos del Espolón Elegante, fáciles pero agradables. Lástima que
en realidad no te dejen en ningún sitio, más que en unas repisas que, hacia la
derecha y gracias a unos cables y puntos rojos, te dejan en la canal de bajada.
En realidad,
al no haber ni cima ni nada parecido, creo que vale la pena rapelar por la
Rompededos.
En resumen una
vía increíblemente buena, de dificultades moderadas con un largo peleón en
libre, aunque no obligado.
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