Llegan las
calores y apetece ir a recorrer monte. Primera salida de varios días de la
temporada. Quedo con Lorenzo para ir a Navarra pero conforme se acerca la
fecha, las previsiones meteorológicas son cada vez mas lamentables. Y cuanto
mas al oeste peor. Así que encarrilamos en dirección contraria, al este. A ver
si apañamos tres días como se pueda.
Comenzamos con
este espolón del que me han llegado opiniones contradictorias, como casi
siempre. La vía no es difícil pero el entorno y la estética del recorrido
parecen bastante motivantes. Otra cosa será la roca y la belleza de la
escalada.
Recientemente la
repitió Marc y la dejaba bastante bien.
Aproximación
corta y cómoda y búsqueda del inicio.
Para aquí, para allá,
llegamos al punto dónde marca la guía y buscamos el spit de R0, todo cuadra
menos esto. Nada, está el diedro pero no los seguros. La roca mosquea, pero más
mosquea no ver nada en una vía casi equipada…
Para arriba,
para abajo, varias veces y nada. Lorenzo sugiere subir a pie por la derecha
porque igual la vía comienza más arriba, dónde el espolón aparece más definido.
Así lo hacemos. Unos 15 minutos más arriba encontramos un spit en el filo del
pilar. Bingo. Hacemos un par de largos y no cuadra nada. Analizo bien la reseña
y el terreno y ahora si está claro. Estamos en el L4, nos hemos saltado la
parte de abajo. Bueno, ahora ya est á hecho.
Continuamos la
vía y, la verdad, es que nos ha gustado bastante. Buena roca casi siempre y
pasos bonitos. La primera parte transcurre sobre un conglomerado de calidad,
siguiendo sistemas de fisuras y alguna placa, hasta llegar a una gran feixa.
Cómodo escape hacia la izquierda. Ahora se alza ante nosotros un soberbio
bastión de caliza, cambio de roca y de ambiente. La vía sigue divertida, con
algún tramo suelto pero bien.
Como vamos bien
de tiempo y, parece ser, que no lloverá (había cierto riesgo para hoy),
decidimos darle una segunda oportunidad y volver a hacer la aproximación para
escalar la parte de abajo.
Llegamos al
mismo punto y, cuando ya estoy casi para atarme y tirar para arriba, llamo de
nuevo a Marc (esta mañana no cogía el teléfono, ni tampoco Miquel, del servei
d’informació de l’Alt Urgell). Esta vez si que lo coge, menos mal. Me confirma
que por ahí no es, estamos en la cara ese y la vía comienza por la oeste, al
otro lado del espolón. Menos mal. Rectificamos y la localizamos rápidamente.
Hacemos esos primeros y bonitos largos y bajamos por dónde subimos esta mañana.
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