Decidimos hacer
esta vía de los Espluvins por sus características: larga, facililla, equipada y
guapa. Esperamos que nos de el chute de autoestima que necesitamos. Y nos lo
da.
Los primeros
largos son rápidos y fáciles. Dentro de la dificultad que tienen la roca está
bastante bien, por lo tanto la escalada resulta agradable y fluida.
El bosque-feixa
nos da un toque de frescor y nos deja al pie de la segunda parte, la mejor sin
duda alguna.
Aquí la cosa
cambia: la pared es bien vertical y la dificultad aumenta sensiblemente, aunque
tambi
én el
número de chapas, por lo tanto vamos tranquis.
El segundo largo
me sale bien en libre, tan bien que dudo bastante que sea 6c. En el desplome
del tercero llevamos dos reseñas muy contradictorias, una le da 6c y la otra
7b+, copón redivino.
Desploma un
huevo y la verdad es que no lo pruebo mucho pero 7b+ seguro que no es. En el
resalte de arriba un paso largo en la última chapa me hecha para atrás.
El siguiente
largo también sale en libre y todo lo que queda hasta arriba es un goce para
los sentidos. Magníficas placas de franjas y fisuritas se suceden una tras otra
hasta llegar a la cima. Estas últimas tiradas me han costado un poco más de la
cuenta y es que llevo ya cinco días seguidos escalando y los bracitos (y
piernas) están ya a caldo.
Largo descenso
de casi 2 horas hasta el coche.
Birrazo, bocata,
viaje y a descansar unos días, que dan lluvia.
Sería sin duda
alguna una VVB, pero ya no caben más.
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