Era EL ESPOLÓN.
Un autentico filo de cuchillo que se elevaba durante dos largos de forma
absolutamente perfecta.
La dificultad se
preveía alta, pero realmente no sabía hasta cuanto.
Como quería que
lo seguros quedasen en lugares lo más
idóneos posible, fuimos un día con Victor, escalamos de nuevo las magníficas
fisuras de Antiparques y nos descolgamos por arriba, colocando las chapas.
Al bajar vi que
aquello, posiblemente, se me escaba de grado en esa época de mi vida, en otra
quizás no pero era esa.
Volvimos al cabo
de un tiempo acompañados por Laura y Pol a ver si ellos liberaban y graduaban,
también aprovecharía para sacar algunas fotos.
La cosa quedó
como quedó: 7b+ y 7b. Itinerario muy estético y poco usual por los alrededores.
El nombre le
viene de una conocida vía de Smith Rocks llamada chain reaction y que también
sigue el filo de un marcado espolón.
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