Volvemos a nuestra pared preferida, esta vez en busca
de otro continuo sistema de fisuras situado en la zona derecha, siempre
hablando del tramo de pared al que nos dedicamos intensamente. Subiremos por
una fisura ancha y perfecta, que resulta no ser tan difícil como parecía desde
abajo, hasta llegar a una cómoda plataforma. Luego ya entramos de pleno en el
evidente gran diedro que nos conduce directamente hasta el final del
itinerario. Escalada muy bonita e interesante dónde únicamente quedaron
montadas las reuniones.
Desde abajo parecía que podíamos bajar hacia la
derecha peri no estaba del todo claro. Cuando llegamos a ese punto, tras 4
largos que siempre sobrepasan los 50 metros, descubrimos otro chollazo, por la
repisa se baja andando tranquilamente.
Por encima aún se adivina un tramo interesante de
pared de forma que escalamos otro largo más por unas bonitas bavaresas y
decidimos dejarlo aquí de momento (275 m 6b).
Bajamos por la repisa inclinada hasta poco antes de la
gran canal dónde desemboca. Esta está ocupada por un nevero poco amigable, así
que montamos un rápel de 60 metros hasta el suelo, de forma que ni tocas la
nieva. Posiblemente, más adelantada la temporada, el rápel no sea necesario.
Realizada con Santi Gracia y Edu Sánchez.
Más tarde repetirán la vía Anna e Iker.
Y, poco después, Santi y Edu abren Os2os del Zanskar
(950 m 6c) justo a la izquierda, por un discontinuo y exigente sistema de
fisuras. Aprovecharan el largo que abrimos por encima de la repisa y continuarán
por la repisa hasta unirse con el Espolón Sur.
Por cierto este lo escalaron dos cordadas del grupo
creyendo que se trataba de una primera ascensión y una vez aquí descubrimos que
ya lo abrieron el pasado año una cordada Canadiense, denominándolo Jenga
Buttress. Tanto da, era demasiado evidente y no ha quedado nada en todo el
recorrido.
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