Al siguiente día
se nos une Mikel y subimos de nuevo hacia la feixa.
Recuperamos el
material e iniciamos la vía. Esta vez sin variantes raras, por la original, que
también resulta ser la más bonita.
El techo lo
escaqueamos por la Reina, ya hubo suficiente desriñonada ayer.
Y, rápidamente
nos colocamos en la repisa sobre el mismo y bajo los muros superiores.
Un magnífico
largo de rallas, casi todo a equipar nos deja bajo otro un tanto extraño y
peleón, pleno de unas curiosas lajas invertidas.
La última tirada
se desarrolla sobre roca increíblemente buena.
Magnífico
itinerario que podría convertirse en clásica de la parte superior, muy muy
recomendable, teniendo en cuenta que las dificultades son obligadas y que, sin
ser expuesta, hay que escalar.
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