Encontraremos
esta pared en las cercanías del Pantà de Foix. Sus rocas han sido bien
aprovechadas hasta el último centímetro. Abriendo, equipando, reequipando y
disfrutando durante varias generaciones de este buen rincón de entrenamiento.
Su situación, justo al lado mismo de la carretera lo convierte en ideal si no
queremos perder ni un segundo en marchas de aproximación.
La roca también
se resiente y algunos itinerarios patinan un pelín. Mucho cuidado al asegurar,
no nos separemos más de la cuenta de la pared y pase un coche o moto a toda
leche (que pasan a veces).
Resaltar que una
de las vías que aparece fotografiada desapareció parcialmente hace unos meses
debido a un desprendimiento de rocas….
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