El granito nos deleita con algunos tipos de escalada ciertamente atípicos, en comparación con las rocas dominantes (caliza y conglomerado), tales como la adherencia o las fisuras. El Pirineo, con abundantes paredes graníticas es el lugar más a mano que tenemos en Catalunya y Aragón para disfrutar de tales técnicas.
La pena es que fisuras, lo que se dice fisuras, haberlas hailas, pero no tantas como desearíamos. Hay que buscarlas, investigar, moverse.
A veces están cerca, a veces están a casa dios. Este es el caso.
El año pasado Oriol, Sidi, Rubita y Tamarite estuvieron investigando en uno de los rincones con roca de mejor calidad de todo el Vall de Boí: la cara sur del Pa de Sucre (y satélites). A pesar del gran pateo, el resultado fue buenísimo, con un montón de buenas fisuras de diversa dificultad. De tanto en tanto alguna chapa resuelve tramos ciegos o en placa. De nuevo, difícilmente coincidiremos con ninguna cordada, ni tan siquiera con ningún caminante. ¿Masificación?
La verdad es que zonas similares existen en abundancia, solo hay que querer abrir los ojos. Sin ir más lejos, actualmente se está trabajando en algunas nuevas opciones muchísimo más cerca del coche, en otro valle cercano. Que no pare la fieeesta.
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