MALLO FIRE - RABADÁ-NAVARRO

La Rabadá-Navarro del Fire es una de esas vías que se pueden convertir en mito, en la cabeza de cada uno. Aunque realmente en su apertura lo fuera. De las tres grandes esta es, sin duda alguna, la más difícil a pesar de que actualmente cuente con bastantes más expansiones que originalmente, cero patatero.
De bien pequeño ya había oído hablar de Riglos y de esta vía como la más difícil. Esto me quedó grabado, pero con el tiempo, varios escaladores me aclararon que no, que después se habían abierto cosas peores y que era una vía clásica que se escalaba frecuentemente, aún así, cierta aureola permanecía por ahí escondida en algún punto del coco.
Cualquier noticia que apareciera sobre la vía me interesaba. Resulta que los bravos aragoneses la habían abierto sin utilizar ningún buril, tela. Con el tiempo, diferentes cordadas habían ido poniendo tornillos por diferentes puntos, hasta superar la centena. Tras un consenso de los escaladores habituales, se reequipó el itinerario con spits (chapa pequeña), quitando el mogollón de buriles y dejando sólo unos 16 spits de progresión más las reuniones, que ya son.
Y llegó el momento de meterle, en una época en la que frecuentábamos los Mallos y, por tanto, estábamos hechos a su escalada, trucos, travesías, patio, roca y cierto engagement. Me pareció una maravilla, la vía más bonita y disfrutona que había escalado en Riglos. Con una estética difícilmente superable, sin duda la escalamos en el momento justo. Todo el rato me iba imaginando a los primeros ascensionistas subiendo por allí sin buriles, montando las roles no se como y no se dónde, difícil, muy difícil, pero mucho peor aún cuando llegaron al llamado Torreón. Hasta allí más o menos veías el como, pero este tramo es un gran muro gris, con contados agujeros, que maestros. Mi impresión es que abrieron una vía muy expuesta de VI y A4, ni más ni menos lo que es hoy la Mediterráneo.
Una recomendación, cuando la hagáis, poneros en su piel e imaginaros todo aquello sin spits o parabolts, que debe haber ahora. Es imprescindible para comprender el nivel que alcanzaron la pareja.
Recuerdo como largo más expo, el tercero, aunque sólo de V, hay un momento que el seguro se va quedando abajo abajo y es una pitonisa. También recuerdo que me tocó a mi, “ni se te ocurra mirar para abajo, neng”
Ojo, que no digo que esté ni bien ni mal, es lo que hay y en cada lugar que decidan como lo quieren, pero de buen rollo.
Nota curiosa: imaginaos también la tirolina que se montaron entre el Fire y el Pisón, cuando estas cosas estaban de moda.
En la foto aparece marcado el itinerario, de forma aproximada, no tomar como excesivamente fiable. Este resulta excesivamente complejo de seguir, constantemente evita panzas y zonas lisas. Ya nos dijeron que la mejor reseña era la que había en un poster del antiguo refugio y que era conveniente copiarla al dedillo. Así lo hicimos y nos salió perfecto, a partir de esta hice la mía que, seguro que también es bastante mejorable. Aún así prever, junto con el material, una buena dosis de intuición y lógica de época, que nada tiene que ver con la actual.