Continúo con Xavi, un poco mermados de fuerza, hacia la base del Tozal.
Después descubriríamos que en realidad estábamos bastante mermados de fuerzas, a causa de la jornada anterior. Pero allí estábamos, dispuestos a darlo todo, como casi siempre.
El primer largo es bastante entretenido y ya te pone en situación de lo que te vas a encontrar. Dificultades no obligadas, pero no siempre. A pesar del generoso equipamiento, hay que escalar mas de lo que pueda parecer a la vista de algunas piadas.
Le meto sin contemplaciones y salgo escaldado, pero airoso.
El resto de la vía es un combate continuo para llegar a las sucesivas reuniones.
Muy buena vía con roca y ambientes excepcionales, típica del Tozal. La gracia es que va sorteando inteligentemente los desplomes, consiguiendo un itinerario todo en libre y con dificultades “razonables”, el entrecomillado es de razonables, respecto a otras de la misma pared.
Los grados nos parecen muy, pero muy ajustados. Quizás también sea una mezcla del cansancio y que a mi los desplomes ya no se me dan ni siquiera medio bien.
En resumen muy buena vía y semi-clásica de la pared.
Aprovechamos para cambiar los cordinos de un montón de puentes de roca. La buen obra del día.
En la bajada nos separamos en un momento dado, Xavi tira directo hacia la canal, a mi no me da el punto y continúo hasta la cima para luego bajar al collado. Total que tardo muchísimo mas de lo necesario, el descenso bueno era el otro. Para variar.
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