Hoy tocaba día
tranquilo de semi-reposo. Iremos a la Vega Baja pero esta vez haremos solo un
itinerario, así estaré mas fresco mañana.
Quedo con David,
que conocimos el otro día en la cima del Peñón y ya volvimos a quedar otro día
en el Rincón de Bonanza. A su vez el queda con Pepe, A su vez el queda también
con Jaime, Pepe y Carlos, locales de la zona y que acaban de reequipar la vía.
Así podremos hacer algunas fotos de una cordada a otra.
La escalada es muy
buena, con roca típica de la Vega, adherente, vertical y compacta. Combinando
placas y fisuras y buen ambiente. Lástima que en los dos últimos largos
decrezca mucho dificultad y escalemos sobre bloques apoyados, se solventaría,
sin duda, con una salida mas directa que se ve factible e interesante. Pero los
tres primeros no tienen desperdicio.
Otra animalada es
la ferrata que le han endiñado a pocos metros y en plena pared, siguiendo
después a la derecha, partiendo otra vía en dos y finalizando sobre y al lado
de un sector deportivo. Creo que es un perfecto ejemplo de como no se deben
hacer las cosas.
Parece mentira que
en un lugar con tanta roca no se hayan respetado otras modalidades de ascender
rocas, pudiendo construirse sin afectar itinerarios de escalada, de haberse
consensuado con las partes implicadas. Una falta total de interada en toda esta franja de paredo resultado
lo que queda a la vista, una verdadera pena. Y oo peor del caso es que tampoco
es unés y colocar los intereses económicos por encima de todo dan como
resultado lo que queda a la vista, una verdadera pena. Y lo peor del caso es
que tampoco es un hecho aislado.
Como nota curiosa,
hace unos años se prohibió la escalada en toda esta franja de paredes, por
nidificación de especies protegidas. Hasta aquí bien…mas o menos.
Pero ahora
dividamos esta extensa roca en tres partes. Al cabo de un tiempo la parte de la
derecha se recubre íntegramente (pero de arriba abajo) con redes metálicas para
proteger una carretera de la caída de
piedras. Aquí ya no hay bichos…
Al cabo de un
tiempo, el tercio de la izquierda queda automáticamente liberado de la
prohibición y se construye una gigantesca vía ferrata. Aquí ya no hay bichos….
En la actualidad,
persisten las regulaciones en la zona central de la pared. Se conoce que aquí
se han ido reubicando los bichos, por narices…..
Finalizamos
refrescando con otros miembros de la comunidad local en un bar de Redován.
Se nos une el Bo
que nos contará curiosas historias de la zona.