Tras haber abierto las líneas más lógicas de la pared, que reseguían sistemas fisurados más o menos evidentes, se imponía comenzar la exploración de las placas. Vistas desde los itinerarios ya conocidos por nosotros, parecía que íbamos a disfrutar de lo lindo sobre un granito excepcional y, más o menos se veían formas sobresalientes que servirían como agarres. El único problema era que había que asegurarse de alguna manera y fisuras, lo que se dice fisuras, no se veían muchas. Las primeras que acometimos El Niño (José Soler) y yo mismo, fueron Las Cachifas y Dentrometidos. Todos los seguros fueron emplazados a mano y desde abajo, en la primera se utilizaron numerosos ganchos para poder soltarse de las dos manos y espitar. En la segunda el tema fue más variado: algún gancho, clavitos, nada.
Centrándonos ahora en esta última, estaba convencido de que saldría la mejor vía de Comalestorres, tanto por su trazado directo y estético como por la calidad de la roca, variedad de pasajes y aquella fisurita que atravesaba el pequeño techo de allí arriba. Resultó tal y como se preveía, la mejor (a mi gusto), cuyo título ostentaría durante muchos años, quizás la John Lee Hooker se lo dispute en la actualidad, pero casi no; diría que aún lo conserva.
El primer día de apertura fue el tonto. Llegamos a pie de vía y descubro que me había dejado el espitador, empezamos bien. Ya que estábamos ahí decidimos abrir el Pas de l’Osa, una larga chimenea por la que, previsiblemente, subiríamos sin ningún tornillo.
A la segunda ya traje todo el equipo de madelman completo y pudimos comenzarla. El segundo día, recuerdo ir a comenzar el último largo, ya de diedro a friends y ser completamente incapaz. Se me abrían los brazos y no podía subir un tramo de V+ suave. Tan reventado estaba de poner unos 16 spits a mano ese día que fui incapaz de salir de la role con un mínimo de dignidad. Así que decidimos rapelar toda la vía y bajar a descansar unos días. A la siguiente jornada aprovechamos para liberar los largos de placa y, ya más descansados y sin spitador, subir felices por el atlético diedro.
Al cabo de unos años, con Porta, hicimos un pequeño semi-reequipamiento de 4 vías de la aguja, colocando un parabolt extra en las roles y cambiando algunos clavos (que salían en invierno) por tornillo.
Los Dentrometidos era un grupo de punkis de Sant Feliu, dónde tocaba el Niño.
GRAN DIEDRO DE VALLORÉ. VALLORÉ, MONTORO DE MEZQUITA, MAESTRAZGO.TERUEL
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Valloré es un espectacular paraje que tenemos en el Maestrazgo, un valle
esculpido por el rio, la erosión y los movimientos de placas entre las
localidad...
Hace 1 día
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