Este día nos
juntamos un nutrido gerupo de 5: Adriana, Juan Luis, Alberto, Marta y yo.
Propongo el
Diedro Veral y enlazar con la cercana Anacoreta, que ninguno de los presentes
ha escalado.
Nos liamos lo
justo para encontrar el inicio, por el lado contrario al que se va normalmente.
La vía es muy
buena, especialmente la tirada central, un magnífico diedro vertical, sostenido
y con algunos resaltes desplomados y lisos. Si alguien de verdad cree que eso
el 6a, que tire la primera piedra.
Sale empleándose
a fondo, pero 6b mínimo. De bloque y colocando los seguros. Eso si,
excepcionalmente bueno.
Rapelamos
y….oooooh. Resulta que no se puede continuar descendiendo hacia la pared, a
menos que se montase una buena instalación de rapel en el collado. Se baja
hacia el lado contrario y hay que bordear toda la aguja para remontar de nuevo
hacia la pared. De la otra forma (rapel) prácticamente quedarías en la base de
Karmele. La verdad es que estaría muy bien que alguien se enrrollara y la
colocase……por pedir que no quede.
Total que
empiezan los renuncios: “yo es que no quiero llegar tarde”, “yo igual os espero
abajo”, yo no se si estoy muy motivado”, “Por aquí hacen unos corderos a la brasa
estupendos y aún estamos a tiempo”.
Me hago a la
idea de que hoy va a ser un día corto y de donde vamos a terminar
irremediablemente: ante las costillas del cordero.
Eso si, lo que
mas me dolió de todo el día es que aquí no lo sirven con ali-oli y además si lo
pides te miran raro.
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