El de esta pared es un caso muy curioso
y, diría que, único.
Situada ante una población al lado mismo
de Barcelona y sobre una carretera muy transitada, o sea bien visible.
Hace muchísimos años que ya contaba con
algunos itinerarios equipados pero a los que no se les prestó ni la mas mínima
atención. Pero de pocos años atrás dos equipadores se dedicaron a inaugurar
unas cuantas líneas. Estas rápidamente cogieron cierta popularidad y se comenzó
a equipar de forma sistemática hasta completar las 136 vías existentes en la
actualidad.
La verdad es que la escalada es de muy
buena calidad y reúne las cualidades para triunfar entre el público: cerca de
la ciudad, grado bajo/medio, escalada atlética y bonita, buen equipamiento. Y, efectivamente,
ha triunfado y de que manera. Cada día hay gente y los fines de semana aquello
es un bullicio que, personalmente, prefiero evitar.
Imagino que en unos años y a este ritmo,
la pared morirá de éxito. Quiero decir que la roca se pulirá y todo lo que
tiene esta escalada de bonito y agradable desaparecerá para siempre con el buen
tacto. Una pena, pero es así.
Agradecer a los equipadores su labor al
crear tan buenas líneas para el disfrute colectivo: Bruno, Sergi, Peña,
Escofet, Micó y Margenats, entre otros.
En las fotos aparecen: Franc y Josep
Escofet, Toni Aragón, Laura Mairal y Oscar Linares.
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