Tras la bajada
de temperaturas no nos importa seguir escalando en sitios de invierno.
Como queremos
acabar pronto para volver a casa, elegimos esta vía de Riglos, por ejemplo.
En realidad se
trata del reequipamiento (cosida) de una vía antigua y la apertura de tres
largos en la parte superior.
Iniciamos con un
magnífico diedro de dos largos verticales, que enlazamos. Sigue una travesía
que nos deja bajo otra fisura de aspecto muy poco alentador por lo
descompuesto. Aquí ya me salto poquitas chapas.
El espolón, con
roca a vigilar, resulta bastante bonito y bien resuelto. Estos últimos largos
son casi invisibles desde abajo y se encuentran situados sobre el Cuchillo,
pero muy adentro. Curioso.
Acabamos rápido
y para casa.
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