Dan un día medio
medio, puede pasar cualquier cosa. Hay que aprovecharlo porque después se
vuelve a estropear el tiempo en el Pirineo Occidental.
De entre varias
opciones pendientes, nos ponemos de acuerdo en esta.
Todas las vías
de Lucio que he escalado me han gustado mucho, está la llevo recomendada y
seguro que no será menos.
Iniciamos con
cuatro largos un poco así, no están mal pero vaya. El segundo me parece el más
difícil y obligado de toda la vía. Las reseñas a veces engañan…
Tras una pequeña
travesía nos situamos en pleno espolón, a partir de aquí la cosa cambia
radicalmente: ante nosotros tenemos un espolón tremendamente vertical y
desplomado, con roca increíble y pinchosa. A pesar de los muchos pasos de
artificial en la zona alta, la escalada es realmente bonita y aérea.
Ha sido una muy
buena elección.
La llegada a la
cima es brutal, por el tremendo sopapo de aire frío que nos pega la nube que se
va acercando y alejando a ratos. Llegan las gotas de agua y un aire gélido nos
deja pajaritos.
En cuanto sube
Josep María salimos disparados hacia la izquierda en busca de la bajada.
Un poco más
adelante nos encontramos con un gran rebaño de ovejas. Recuerdo el desafortunado encontronazo que
tuve hace unos años con los mastines de este valle: http://luichy-lanochedelloro2.blogspot.com.es/2013/11/achar-de-alano-dani-vera.html
Así que por si
acaso vamos más debajo de dónde toca, a media ladera.
Al final nos pasamos
de largo el punto de descenso y perdemos una hora dando vueltas y pensando por
dónde debería ir. La encontramos y todo acaba bien.
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