Quedo de nuevo
con Roger para rematar la última línea que me queda por recorrer en el Puig de
Millà, sin contar el fiasco del Escanyall.
También se
apunta Edu que viene con Pep y se les suma Eli.
Estamos a la
entrada de la gota fría y la rasca es intensa, acompañada de un fuerte y desagradable
viento.
El coche lo dejas
en la cima de la montaña, por lo que el frío es de campeonato.
Los compis no lo
ven claro, yo tampoco. Pero Roger insiste en que allí estaremos resguardados.
Ellos marchan a Grillons y yo cedo pero con la condición de ver como está a pie
de vía y con riesgo de no hacer gran cosa.
Finalmente ni
nos lo creeos pero el gran diedro nos resguarda del aire y al solete estamos
con temperatura perfecta, hasta nos sobra ropa.
Esta tiene muy
buena fama y Guillem nos la ha recomendado como la mejor, o casi.
La verdad es que
la línea es realmente buena, se inicia por un enorme diedro anaranjado y de
calidad suprema. Después supera un pequeño techo en artificial y continúa la
fisura por un largo un poco a vigilar. Finaliza en unas magníficas fisuras,
primero dobles y técnicas y después de OW y mucho más técnicas. Creemos que
aquí es más bien 6b que no 6a+ como marca la rese.
Acaba con un
muro de artifo. Mucho cuidado, el primer paso es sobre un buen puente de roca
(antes de llegar a los spits). Per ojo porque si petara el cordino, el tortazo
es de campeonato. Como medida de seguridad se puede clavar una buena uve larga
justo debajo y cómodamente desde la repisa.
Itinerario muy
bueno y recomendable para amantes del género.
La próxima
visita ya será para buscar nuevos caminos.
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