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Ese día quedé
con Remi para abrir la que debía ser la segunda vía del pequeño circo fisurado
y herboso, que había permanecido invisible hasta ahora a ojos de los aperturistas.
Es curioso
porque está justo delante del aparcamiento, pero imagino que su aspecto herboso
hecha para atrás.
A última hora se
nos suma Petr. Comienza Remi por una bonita chimenea con una reunión exageradamente
cómoda y curiosa. Continúo yo por la gran canal-fisura-diedro que delimita, a
la izquierda, la Flor de Lys. Llego a un punto dónde la vegetación se hace más
abundante y monto role.
Es el turno de Petr
quién asciende por un pequeño y precioso diedro situado más a la izquierda de
la canal principal. Coloca un par de aliens precarios y un poco kamikazemente
se curra un buen tramo de 6a+ expo. Se ha dejado los clavos abajo. Los de atrás
lo apañamos un poco, saneándolo y colocando un par de clavos estratégicos. Ha
quedado un buen largo.
En el siguiente
dudamos por varios lugares y al final nos decidimos por el recto, una corta
pero bonita placa dónde colocamos la segunda (y última) chapa de toda la vía.
Llegamos a la
campa final y buscamos una salida propia a la derecha de Flor de Lys. Aparece
una corta y bonita fisura ancha y desplomada. Es el turno de Remi y se toma su
tiempo pero al final resuelve el tramo sin colocar ninguna expansión.
En conjunto
creemos que no está mal. Imagino que el tiempo la colocará en su sitio, al
margen de críticas estúpidas, infundadas y gratuitas.
El nombre le
viene por una de las mejores canciones, de uno de los mejores grupos. The Cure:
a forest.
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