Esta mañana he colocado unos cartelitos como este en una pequeña pared rocosa de Aragón.
Luego piensas que es curioso que tengamos que ser los escaladores/equipadores de la zona los que tengamos que hacer esto y que, en algunos casos (como este), no exista ni el más mínimo contacto con la administración.
Ellos simplemente se limitan a multar si pillan a alguien escalando (ha pasado al menos un par de veces), pero la tarea informativa o, ya simplemente, de hablar con los más directamente implicados, queda reducida a cero patatero.
Insisto que me refiero a algún caso en concreto, en otros lugares se ha hecho diferente. Pero en general, creo que no vamos bien encarrilados.
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