Sobre las vías de la Miranda de Can Jorba encontraremos un exagerado número de entradas por la red, o sea que hago un rápido resumen y pongo cuatro fotos.
Será extrañísimo que escalemos solos en esta pared. La cercanía al coche, dificultades razonables, buena roca y equipamiento abundante hacen de esta una de las paredes más concurridas de todo el macizo.
Poco a poco se han ido abriendo itinerarios hasta que pocas veces quedarán cinco metros de aire entre uno y otro. Vías como Gloria, Andreví o Entre Líneas se han convertido en clásicas al cabo de un mes de ser abiertas. Y la verdad es que, dentro de su dificultad, son buenos itinerarios.
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