Tras una noche de intensa lluvia, nos levantamos sin excesivo convencimiento, aunque estando aquí, sabemos que algo haremos. Miramos, valoramos y nos decantamos. Lluis y Raul, tiran hacia el Macizo y los volaos, Toño y yo hacia el Mango del Cuchillo. Han aparecido dos caracoles (Jesús y Chavi) que también se apuntan. Toda la parte interesante del mango está seca, de hecho no se moja nunca. La continuación no se escala normalmente por cutre, pero tenemos la fisura de la Uña, itinerario más reciente y que sale recto hacia arriba, siendo la forma más lógica y elegante de terminar la ascensión. Pero está empapada.
Para mi perfecto, un mallo desconocido y nuevo. Toño lleva un extraño artefacto en la cabeza, que dice que filma y hace fotos.
El Mango es una línea directa, super-evidente y de roca excelente, muy recomendable y clásica. Cuidado con algún aleje curioso en las zonas fáciles. Llegamos a la unión con la Uña y, gracias al excelente sol que reina hoy, ya está seca. Perfectamente nos colamos para arriba. Tiene fama de ser una vía muy descompuesta, sería antes. Salvo un corto tramo a mitad del primer largo, el resto lo encuentro bastante correcto y saneado a día de hoy.
En resumen: una ascensión directísima, equipada, rápida y muy recomendable.
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