Gourette es lo que tiene, pasas de la roca buenísima a la más pésima (típicas escamas de la zona, que se sueltan con sólo mirarlas de reojo). De lejos aparenta una cosa y luego te encuentras otra, para bien y para mal, nunca sabes a que atenerte. En este caso Griso y compañeros tuvieron la espléndida visión de completar un itinerario buenísimo, casi todo en roca excelente, largo, homogéneo, sencillo. A estas alturas ya se ha convertido en toda una clásica del Pirineo, merecidamente.
Sin duda esta entrará en uno de los libros que le estoy dando vueltas últimamente: las 100 mejores del Pirineo, versión moderna puesta al día (volumen I).
El año pasado ya hice un amago-tiento para hacer la vía, pero la lluvia truncó cualquier idea para el día previsto y posible.
Tras el Pic d’Estrémère, realizamos la ferrata de Gourette (pàra otro libro que está en marcha) la ocasión se presentaba ideal para complementar la salida escalando esta vía. Día perfecto: buena compañía (Dani), buena temperatura, día magnífico, vía 4 estrellas (sobre 4) y tranquilidad absoluta. Bajada curiosa y con patio (ojo) y vuelta a la tranquilidad del hogar para preparar la siguiente.
Las 100 mejores del Pirineo version moderna me parece una iniciativa estupenda y yo que soy un enamorado del libro de Bellefon me atrevería a pedirte/sugerirte que la version moderna no perdiera el espíritu de la antigua.
ResponderEliminar¿Cual es el espíritu?
Cuando coincidamos en una salida y una vez terminada y con la cerveza de rigor si quieres te pego la chapa.
Un abrazo y disculpa por el lío logístico del Mulleres.
Vale, ya lo hablaremos.
ResponderEliminarAl final encontré un compa y rematamos la faena.