Remi es un incansable descubridor de buenas paredes y especialista en inaugurar sus itinerarios más lógicos y evidentes. Año tras año no para de sorprendernos con nuevos descubrimientos, aunque los hayamos tenido ante nuestras narices durante años y viéndolos cada vez que subíamos hacia el Coll d’Ares, como es el caso.
Esta vez se trata de una de las paredes más chollazo de todo el Montsec, y mira que es visible desde todos lados. Chollazo más que nada por su aproximación: 20 minutos de bajada. Y, sobre todo, por su retorno: 5’ al coche.
La pared, estructuralmente hablando, no es ninguna maravilla, es corta y tiene varias feixas enormes que la recorren, coincidiendo con las reuniones y que pueden servir como escape. Pero la roca más o menos es buena, a veces buenísima, tiene orientación sur y gracias a su corta longitud resulta ideal para completar una tarde tonta o un día de reposo activo.
Por el momento se ha abierto los 4 itinerarios más evidentes, ahora quedan otras tantas posibilidades por muros y aprovechando opciones deportivas mucho más cortas. El paisaje, como en todos estos rincones, es brutal.
De las tres vías, la más recomendable de entrada, parece ser: No hase falta disir nada más, que recorre en su L3 una atractiva y curiosa chimenea, que por si sola ya merece el viaje.
El próximo día cuelgo la otra reseña y la aproximación, los croquis son gentileza de Remi.
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