miércoles, 15 de junio de 2011

ROCA DEL PESSÓ - CASABLANCA

Ya hacía unos días que, junto con Remi, habíamos quedado para abrir alguna cosilla juntos. Collegats era un buen lugar, así que quedamos y miramos varias opciones. Al final nos decantamos por el tramo de pared que queda justo a la derecha de la Tánger, cerca de esta, quizá demasiado incluso en algún punto, pero ya está hecho. La cosa fue más o menos tal que así:
-DÍA 1: nos vamos para el pie de la pared y damos unas cuantas vueltas para centrarnos en un solo punto. A la derecha descubrimos una línea de chapas reciente ¿acabada? Después indagué y su autor me dijo que había dos largos y que pensaban seguir para arriba, dejamos su salida libre y nos fuimos rectos, puesto que tras la R4 había varias opciones.
Total que empezamos, abriendo el primer largo, con algunos televisores tamaño pequeño/mediano que ayudan a salvar los tramos desplomados. Llevo una ruinilla de brocas viejas que sólo nos permiten meter la irrisoria de 3 o 4 chapas por batería. Remi intenta meter su primer parbolt con taladro, se tira la hostia de rato gasta la batería y encima queda mal, después lo rompimos y colocamos otro al lado porque se movía. Tenía puesta la broca para que girase al revés. A pagado la novatada. A pesar de todos los pesares, dejamos un par de largos listos. En el segundo, hago una panza de la que subo y bajo nosecuantas veces hasta que al final salgo. Pienso que si la he escalado cargado y con la máquina, no tendré problemas al repetirla. Error, aún la escalaré dos veces después y siempre me cuesta bastante, es uno de los pasos obligados más difíciles de la vía. Fijamos una cuerda y para casa.
-DÍA 2: al día siguiente volvemos. Como los jumars los tengo escondidos en un zulo de otra montaña, subimos asegurados y agarrándonos a la cuerda fija para ir por faena. Remi abre el tercer largo y el terreno le va llevando hacia la izquierda, se encuentra con la Tánger y da un giro en dirección contraria, role en agujero. No me convence porque además uno de los principales motivos de la vía es el vertical y estético espolón que acabamos de escaquear. Abrimos el largo siguiente, ya por el filo del espolón y con roca sputnik, llegando a la R4 de Tánger y para abajo. Como me he quedado un poco demasiado neguitoso, casco 4 chapillas rectas por el espolón de abajo. Me quedo sin batería y queda pendiente el arreglillo.
-DÍA 3: a la semana siguiente, sin saber muy bien por dónde continuaríamos, subimos por la Tánger. Miramos a ambos lados, pero el lado derecho se lo dejamos a Jimi para su vía. O parasitamos la Tánger estos dos largos centrales o abrimos por la zona desplomada de la izquierda. La roca se ve variada, entre buena y deleznable. Vale, desde la R6 abrimos un largo recto, que nos deposita en el bosque. Buen largo. Rapelamos y montamos desde arriba esos dos largos intermedios y monolíticos. Menos mal, porque encontramos varios tramos rotos, pero aquello rotos de verdad. Piedras de todos los calibres, lajas y lajotes van cayendo para abajo sin cesar. Pin pan, martillazo va y martillazo viene y dos días de agujetas de tanto limpiar. Si limpiáramos nuestras casas como lo hacemos con las vías, estarían como los chorros del oro, pero no. Nos quedamos sin paraboles y uno de los largos queda sólo con los agujeros hechos.
-DÍA 4: el Remi se enrrolla y sube el día anterior a la cima, dejando un acuerda y parte del material, con lo que únicamente subimos la mitad del peso. Nos pasamos un rato dando vueltas y buscando la última instalación de la Tánger. Tiene narices dónde está, la vemos por casualidad y rapelamos por esta vía hasta el bosque, con el fin de abrir los tres últimos largos. El primero lo abre Remi y queda un poco expo en algún punto, aunque fácil. Luego un muraco rematado por desplome y el bolo calcáreo más grande de Collegats. Comienza a llover, merde. Aparecen dos cordadas de Franceses por la Tánger, sigue lloviendo. Tampoco cae el agua a raudales, es un goteíllo pero que ha empapado toda la pared.
Al final acabamos, bien.
-DÍA 5: quedo con Héctor para pegarle un tiento a la vía, meter los paraboles que faltan y darle otro repaso con el martillo en los puntos más calientes. Se apuntan Antonio e Inazio, que harán la nueva ¿No vols Sopa? (pongo foto) + otra cordada que les va detrás. Al final el curro de martillear es más de lo que imaginaba, vaya puzzles de rocas, encima me doy yo solito en un dedo y se infla. El resto de la vía me arrastro como puedo. Eso si, como soy muy listo y a vista no me entero de nada (menos aún en esta roca), marco con magnesio las presas de todos los tramos difíciles de la vía (que son bastantes). Con el fin de en unos días venir con Remi y darle el pegue bueno. Héctor chana y se lo curra en libre. Como siempre que limpio, se me mete una mota en el ojo, que me amarga la existencia durante dos días y medio.
-DÍA 6: al cabo de tres días quedo con Remi para darle el intento bueno. El dedo parece que va bien, se ha deshinchado aunque con un pequeño sangtrait negro. Aparecen Pitu y Eduard que también van a la Sopa. A llovido y se han borrado absolutamente todas las marcas de magnesio del anterior intento, hasta las de las zonas desplomadas, perfecto, la ley de Murphy actuó como debía. Gracias al cielo, como hace poco tiempo, más o menos me voy acordando de los pasos clave y van saliendo los largos. Con alguna caída, presa en mano, bajada y segundo intento, sale todo menos un pequeño paso que no es que estuviera mojado, es que estaba embarrado. Hace un rato que se me ha salido la irritante mota del ojo, que bien. Miro para arriba para ver como evoluciona Remi y cae musgo, directamente sobre mi ojo, como no. En el momento de escribir estas líneas aún rasga la retina sonrojándola un  poco más por momentos.
Bien bien, la vía me ha gustado mucho, tiene movimientos muy buenos y tramos de pila poco evidentes. Ahora bien, a los muy exigentes con la roca, seguramente no les gustará. De aquí un año seguro que cambia y queda mucho más saneada; actualmente mejor no tener ninguna cordada delante.
En la penúltima role le pregunto a Remi si ha pensado algún nombre para la vía, ¿y tu? me contesta. “bueno, como hay la Tánger, le podíamos poner Casablanca, también por la peli y tal”. A lo que responde “Increíble, que casualidad, yo había pensado exactamente lo mismo”. Perfecto.
Todo este rollo refleja, muy por encima, lo que supone abrir una vía de 350 metros a nivel de tiempo y largos abiertos. Aparte están los momentos tensos, los buenos, los que descubres un itinerario guapo dónde las presas te mandan hacia lo más alto. O se rompen y vas para el lado contrario; y un larguísimo etcétera de sensaciones que no transmito, pero que ya conocen los que abren.
Los grados son absolutamente provisionales, irán cambiando con el paso del tiempo y las sucesivas repeticiones, aparte si los repetidores quereis ir afinándolos, siempre será de agradecer.
Que la disfrutéis y, ojo con las piedras.




1 comentario:

  1. Buenas,
    Soy Laia,parte de la cordada que estaba en la Vols sopa?. Te mando las fotos (pocas y no muy buenas) que os sacamos el sábado. Me podrás mandar las que nos hicistéis? lmartra(arroba)gmail.com
    Gracias!

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