Han pasado ya 4
años y, aunque me dije que no volvería más, aquí estoy de nuevo poniéndome los
gatos en la exigua repisa situada poco antes del inicio. Lorenzo es el
culpable. Tras insistir unas cuantas veces de que le diese una segunda oportunidad,
al final accedí. Durante la vía ya tendría ocasión de arrepentirme, pero en la
cima me alegré mucho de la engañada.
La vía sigue el
filo de un estético espolón, con roca arenisca de calidad mediocre durante todo
el recorrido, que te obliga a tantear casi todas las presas y en terreno vertical.
El equipamiento es poco y malo, resultando mas que recomendable llevar algún
clavo para su repetición.
La parte final
nunca entendí muy bien como podía transcurrir por aquel espolón vertical y acongojante.
Tras una reunión improvisada (los metros y los croquis no se ajustan mucho a la
realidad) en la faja intermedia, me dirijo hacia el espolón y no lo veo nada
claro. A Lorenzo le suena que era por la dere, mira el internet (cosas de la
técnica moderna) y confirma que unos fueron también al espolón y debieron
rectificar. Ojo con las reseñas que te mandan de cabeza hacia el. La vía va
unos 30 metros a su derecha. Salida por unos largos verticales y con roca de
todo, mantenida atléticamente. Ambiente de primera y cima mas que secundaria,
cerca de la repisa de bajada.
Al final valió
la pena. Durante la bajada, Lorenzo ya me vuelve a ir engañando para la próxima
en Peña Telera. Todo llegará.
VVB
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